sábado, 28 de marzo de 2015

Disoluciones


   

Disoluciones

     Una disolución es una mezcla homogénea de un soluto (sustancia disuelta) distribuido uniformemente en un disolvente (sustancia que disuelve). Las disoluciones pueden existir en cualquiera de los tres estados de la materia: gas, sólido o líquido. El aire es el más común de las disoluciones gaseosas, es una mezcla de nitrógeno, oxígeno y otros componentes menores. Muchas aleaciones metálicas son disoluciones sólidas. Ejemplos son el latón (Cu + Zn) y el bronce (Cu + Zn + Sn). Las disoluciones líquidas son quizá las más familiares, especialmente las que tienen agua como disolvente. Las disoluciones acuosas son las más importantes para nuestros propósitos químicos.

          Terminología de las Disoluciones

     Se suelen utilizar diferentes adjetivos para indicar cantidades relativas de soluto y disolventes empleados en una disolución. Se suele describir una disolución que contiene una pequeña cantidad de soluto como "diluida". En algunos casos, estos términos han tomado tradicionalmente un significado cualitativo. Las disoluciones de algunos reactivos de los más usados se señalan con etiquetas en las que se indica concentrado o diluido para indicar los valores de las concentraciones que poseen.

     Las concentraciones relativas de las disoluciones se expresan frecuentemente con los términos de "saturada", "no saturada" y "sobresaturada". 

     Una disolución saturada es aquella que está en equilibrio con el soluto no disuelto. 
     Una disolución  no saturada contiene menor concentración de soluto que la disolución no saturada; no está en equilibrio. Si se añade más soluto, éste se disuelve, y la disolución estará más próxima a la saturación.
     Una disolución sobresaturada contiene más soluto que el que le corresponde a la concentración de equilibrio. Es muy inestable en presencia de un pequeño exceso de soluto.

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